jueves, mayo 31, 2012

Poco escribir... mucho vivir

Hace más de un mes que no escribo nada "mío". Y no es que tenga poco qué decir, más bien hay mucho qué decir. Mucho.

No ha sido una decisión intencionada no escribir. Más bien, ha sido parte del proceso mismo, del ritmo de la vida que me toca ahora. No, no es que esté "demasiado ocupada". No quiero decir eso. Me refiero a la etapa que ahora transito.

Tal vez antes creía que las transiciones eran muy evidentes, que podías darte cuenta que estabas en eso por el simple hecho de definirlo o pronunciarlo, y que era lo mismo para cuando concluían. Bien, me equivoqué. Porque ahora descubro que mi transición (la de ahora) inició sí, a finales del 2010, pero no ha terminado y parece que no terminará en unos pocos meses. Se trata de cerrar el ciclo de estudiante, pasar a la vida adulta, tomar decisiones "trascendentales", tomar responsabilidades. Por un momento creí que ya había acabado, pero no. Aún no.

Ya salí de la Uni. Pero ahora debo abrir la puerta, entrar y empezar a andar por ese camino. Ya he tenido algunas "probadas", tal vez para hacerme a la idea de cómo es ese asunto de "ser adulta". Pero ya vislumbró la toma de decisiones de peso mayor, como cambiar de residencia, o empezar el tiempo completo, o proponerme tener una pareja. Ya no son sólo sueños, ya son pros y contras, amenazas y oportunidades, sacrificios y satisfacciones.

Las transiciones también duelen, nos generan miedo e incertidumbre, porque abandonamos lo conocido para ir a lo desconocido. ¿Cómo será? ¿Podré hacerlo? ¿Y si nada sale bien? Pero recuerdo que hace un tiempo leí a Jorge Atiencia, en "Cómo pastorear y ser pastoreados", y explicaba que en medio de lo que constantemente cambia Él permanece; en medio de esas transiciones, a lo único que podemos aferrarnos y que nos puede dar verdadera seguridad es Jesús, ¡porque Él permanece y no cambia! Por eso, podemos confiar y descansar aún en medio de los cambios.

Es interesante observar que en todo esto, me sigo conociendo a mí misma. Lo que me gusta y lo que no, lo que quiero y lo que rechazo, lo que busco y lo que encuentro. Ha sido increíble y fascinante mirarme a través de la Biblia: identificar quién soy en Él y a dónde voy, qué anhelos persigo (o debo perseguir), qué sentido/propósito tienen mis pequeños pasos dentro de Su Gran Plan.

Sigo aprendiendo a caminar de Su Mano, ¡más en estas circunstancias! Sigo aprendiendo a confiar y a reconocer Su Gracia. Y sospecho que el resto de la vida así sera... Nada es seguro, sólo que Él permanece y que yo puedo confiar plenamente en Él.





viernes, mayo 25, 2012

Corazón libre - Rafael Amor



Te han sitiado corazón y esperan tu renuncia,
los únicos vencidos corazón, son los que no luchan.

No te entregues corazón libre, no te entregues.
No te entregues corazón libre, no te entregues.

No los dejes corazón que maten la alegría,
remienda con un sueño corazón, tus alas malheridas.

Y recuerda corazón, la infancia sin fronteras,
el tacto de la vida corazón, carne de primaveras.

Se equivocan corazón, con frágiles cadenas,
más viento que raíces corazón, destrózalas y vuela.

No los oigas corazón, que sus voces no te aturdan,
serás cómplice y esclavo corazón, si es que los escuchas.

Adelante corazón, sin miedo a la derrota,
durar, no es estar vivo corazón, vivir es otra cosa.

jueves, mayo 10, 2012

Mujer virtuosa

El siguiente es un poema que escribió un amigo mío salvadoreño, Olber Martínez, en el 2010. Le he pedido permiso para publicarlo aquí, y lo hago porque me desafió a mirar más allá de mi realidad (que, la verdad, resulta muy cómoda y privilegiada). Hay muchas mujeres virtuosas anónimas...


Proverbio 31: 10-31

(Texto tomado de la NVI)

Mujer ejemplar ¿Dónde se hallará? 

Es más valiosa que todas las acciones de Wall Street.
Su esposo a pesar de su deplorable situación laboral
en la que es explotado, humillado y deshumanizado
y que devuelve el mismo trato que recibe hacia ella,
no necesita de poner “la renta”, no necesita de ganancias mal habidas.
La mujer ejemplar es aquella que provee el pan para su casa,
es como los camiones transportadores de verduras, que desde lejos
traen alimento.
Se pone de pie desde pasada la media noche,
con sus canastos hace vigilia esperando el sol y el mejor precio de los tomates y
de las cebollas que luego revenderá caminando bajo el sol abrasador
de las calles eternas de la ciudad.
No tiene criadas, por lo que aparte de levantarse temprano para trabajar
lo hará para hacer el desayuno, alistar a los cipotes para que vayan a la escuela,
atender a su marido y aun con todo esto y más
llegar puntual a su trabajo donde por ser mujer será acosada,
se le pagara menos que a sus compañeros hombres,
no tendrá los mismos beneficios de ley y
cargara silenciosa, entre sus hombros la pesada carga de opresión y explotación
originada por su esposo y por su trabajo
La mujer ejemplar, es como la madre soltera que
va al mercado cesta en mano, entre piruetas y piropos obscenos
regatea precios y calcula gastos
compra con su salario mínimo la comida para el mes,
deja dinero aun para pagar la energía eléctrica, el agua que no es tan potable,
mandar a sus hijos a la escuela, comprar ropa y para pagar el televisor
por donde cada noche escapa de su realidad jodida
viendo la clásica telenovela mejicana, que le hace soñar
con el hombre que la embarazo y que se fue,
causándole dolor, penurias pero
aun con todo, no se le marchita el amor.
Mujer ejemplar es también como aquella
que ante el hambre o enfermedad de sus hijos
se ciñe la cintura para cortar café, caña, sembrar maíz,
vender cualquier cosa por las calles, hacer tortillas,
trabajar en el fovial y si no queda de otra esquinear en la zona roja de la ciudad
pues su marido, que es un alcohólico se gasto el sábado de pago
la quincena de su trabajo, porque es hombre, porque es su marido
¿y qué?...
Aconseja con la sabiduría que ha adquirido de la vivencia, de sus tropiezos
y de sus aciertos,
sus hijos la admiran, pues ante la ausencia física o emocional
del padre
fue ella quien les animo, quien les protegió quien les guio
fue ella quien les levanto cuando cayeron
fue ella la única que creyó en ellos y ellas,
la que aun llora con ellos y ellas,
quien en el silencio de la noche y de la miseria
clama a Dios por sacarlos adelante
por hacerlos hombres y mujeres de bien,
sus consejos siempre están encaminados
a hacer el bien a los mas jodidos
su ejemplo de justicia ha quedado en la memoria de sus hijos e hijas
y lo practican, les enseño a levantar la voz por los que han sido silenciados.
Mujer ejemplar es aquella pues que
con su accionar, con su dedicación y abnegación
desde su condición de explotación, desde los pocos medios y oportunidades
provee comida, seguridad y la tan necesitada unidad familiar
los vecinos la respetan y la admiran
no por los meritos de su marido, sino por los de ella propia
es más son las cualidades y virtudes de ella las que
hacen que a su marido lo respeten y lo admiren en la comunidad
ella le da valor, le da brillo y fortaleza
en la iglesia es “respetada” y hace que su marido ocupe cargos importantes,
ella es el equilibrio del hogar, la que enseña aun a su marido
es la mayoría pero aun así no es tomada en cuenta,
sus aportes son sabios y fundamentados en la práctica
pero aun así se le es prohibido hablar y enseñar ante la congregación
Engañoso es el encanto, pasajera es la belleza
la mujer que teme al Señor es digna de alabanza
sean reconocidos sus logros y publicadas en algún periódico, revista o programa
de televisión sus obras.
Mujer ejemplar ¿Dónde se hallara?
en El Salvador no es necesario buscarlas
hay millones de ellas…

jueves, mayo 03, 2012

Una prueba personal de qué es lo primordial en nuestros corazones

Debemos probarnos a nosotros mismos con algunas preguntas. Está bien buscar la semejanza con Cristo. Pero la pregunta es: ¿Por qué? ¿Cuál es la raíz de nuestra motivación? Considere algunos atributos de Cristo que pudiéramos buscar y hágase estas preguntas:
  • ¿Quiero ser fuerte como Cristo, para ser admirado como fuerte o para derrotar toda adversidad que intente seducirme a conformarme con algún placer menor que admirar a la persona más fuerte en el universo, Cristo?
  • ¿Quiero ser sabio como Cristo, para ser admirado como sabio e inteligente o para poder discernir y admirar a aquel que es verdaderamente el más sabio?
  • ¿Quiero ser santo como Cristo, para ser admirado como santo o para poder liberarme de toda inhibición impía que me impida contemplar y deleitarme en la santidad de Cristo?
  • ¿Quiero ser amante como Cristo, para ser admirado como una persona amante o para que pueda gozarme extendiendo a otras personas, incluso en medio del sufrimiento, el amor de Cristo que nos satisface plenamente?
La cuestión no es si tendremos toda la gloriosa semejanza con Cristo. La tendremos. La cuestión es esta: ¿Con qué propósito? Todas las cosas en Romanos 8:29-30, todo el trabajo de Dios al escogernos, al predestinarnos, al llamarnos, al justificarnos, al llevarlos hasta la gloria final, fueron diseñadas por Dios, no para mostrarnos su especial consideración como cosa primordial, sino para liberarnos y prepararnos para gozarnos en la contemplación y el amor de Cristo por siempre.

Retomado de: Piper, John (2007). Dios es el Evangelio. Ed. Portavoz. pp. 148 y 149.


A las preguntas que sugiere Piper aquí, yo agregaría: ¿Queremos ser como Cristo, para ser admirados y/o reconocidos por Dios, o para deleitarnos plenamente en Cristo? Porque incluso una motivación así, que puede parecer muy "santa y pura" resulta ser egocéntrica. Nuestra mayor motivación (¡y la única!) debe ser Cristo mismo, porque "contemplar y deleitarnos y mostrar la supremacía de Cristo es el propósito primordial" del evangelio.

Padre y Señor, ayúdanos a mirarte como el mayor don del evangelio. Ayúdanos a desprendernos de nuestro ego para darte lugar a ti. Que seas el centro, siempre, de nuestra vida, nuestra alabanza y nuestras motivaciones. Amén.