La que escribe



Trabajadora social y misionera. Amante de los libros, del té y de las caminatas. Re-encontrada con mi interés por la historia, los temas sociales, el buen cine y la cultura latinoamericana.

Me concibo como peregrina, gracias a la fe que abracé a los 21 años en mi etapa universitaria. Como bien compuso Facundo Cabral, no soy de aquí ni soy de allá... pero sí soy discípula de Jesús, y mi mayor anhelo es conocerle, aprender de Él y seguirle el resto de la vida.

Trabajo como misionera entre los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (México). No busco convencer a nadie de nada, sólo acompañar, enseñar y aportar mi granito de arena en la formación integral de los futuros profesionistas.

Tengo la costumbre de soñar despierta. Alguna vez un amigo me dijo que soy apasionada y tal vez sea verdad. Me gusta aprender a hacer preguntas ¡y que a mí me hagan preguntas! Porque me ayudan a pensar y abrir el panorama.

Sobre qué escribo: de cómo voy haciendo camino al andar.



       

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