Ante las dudas y los miedos, esta pregunta ha sido clave.
¿Qué es lo que me apasiona, qué es lo que me hace feliz?
Conocerle más a Él
Meter las narices en Su Palabra y encontrarle
Animar a otros a encontrarle en Su Palabra
Enseñar a otros
Caminar con los estudiantes, verlos crecer
Estudiar y leer
Escribir
Soñar con el Reino, aquel que ya se inauguró y que está por consumarse...
Entonces...
¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez.
¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!
Salmo 42.11