A la orilla de tu sombra,
sin que sepas que la sigo,
que te sigo y busco seguirte;
sin que el mundo sepa
que ya te amo, aún sin conocerte.
Junto a la orilla de tu sombra,
donde me imagino a mí,
no como inferior
ni como accesorio,
sino como colaboradora en la fe.
A la orilla de tu sombra,
ahí donde también estará la mía;
en el camino, donde las veremos juntas,
producto del sol a nuestras espaldas.
Ahí, donde el Eterno nos pondrá.
Junto a la orilla de tu sombra,
es donde ahora me veo, y te veo;
juntos, bajo la sombra de Nuestro Dios.
Coyoacán, febrero 2010.
orales Ada, lindo texto!
ResponderEliminarQué bello Ada :)
ResponderEliminar