A veces mi propia memoria me traiciona.
Brota como el agua de una fuente, deseosa de empaparme, y a veces lo logra. Otras, puedo huir a tiempo y evitar el bochornoso momento; pero no siempre es así.
Esta memoria mía me resulta un desafío, porque le gusta fallar justo cuando la necesito, y cuando no quiero me hace recordar todos los detalles.
Pero no es tan mala. Siempre estás presente; finalmente Tú me creaste y la colocaste en mi cabeza; y aunque mi convivencia con ella puede resultar atropellada, siempre tienes una razón para que recordemos o para que olvidemos el pasado y el presente.
Coyoacán, 5 de mayo de 2010.
Brota como el agua de una fuente, deseosa de empaparme, y a veces lo logra. Otras, puedo huir a tiempo y evitar el bochornoso momento; pero no siempre es así.
Esta memoria mía me resulta un desafío, porque le gusta fallar justo cuando la necesito, y cuando no quiero me hace recordar todos los detalles.
Pero no es tan mala. Siempre estás presente; finalmente Tú me creaste y la colocaste en mi cabeza; y aunque mi convivencia con ella puede resultar atropellada, siempre tienes una razón para que recordemos o para que olvidemos el pasado y el presente.
Coyoacán, 5 de mayo de 2010.
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