Este espacio cumplió un año de existir. Y siento que ha sido más tiempo...
Gracias a aquellos que han leído voluntaria o involuntariamente estas líneas; gracias a aquellos que han compartido sus puntos de vista con comentarios, o sin comentarios.
También gracias a aquellos que necesitan molestar e insultar; que pronto puedan encontrar paz en su ser -por su propio bien-, porque yo sé a quién pertenezco y a dónde voy.
Creo que el proceso de "sentarme-pensar-escribir-leer" ha ayudado a poner un poco de orden en mi cabeza; pero aún hay mucho más por hacer. Y ha sido curioso compartir lo que me gusta y lo que no me gusta; he tenido que estar dispuesta a ser vulnerable, pero no me arrepiento. Todo es parte del proceso que el Eterno ha presentado para depender más de Él; para aferrarme más a la locura de la Cruz, sin la cual yo sería nada.
Mi deseo es continuar escribiendo, por supuesto. Capturar en esta bitácora de vida lo que sucede en el día a día, en los silencios, en los lugares, en compañía o a solas con Dios. Será un buen tiempo.