Sobre toda cosa guardada,
guarda tu corazón;
porque de él mana la vida.
Aparta de ti la perversidad de la boca,
y aleja de ti la iniquidad de los labios.
Tus ojos miren lo recto,
y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
Examina la senda de tus pies,
y todos tus caminos sean rectos.
No te desvíes a la derecha
ni a la izquierda;
aparta tu pie del mal.
Proverbios 4:23-27.
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