Yo no sé si somos de la misma madera.
Voy conociéndote. Vas conociéndome.
Ya lo descubriremos.
No sé si estamos en la misma orilla del río,
o tendremos que cruzarlo para terminar de encontrarnos.
Pero sí te veo encantada por la rendija,
esa que Él abrió para mirarte.
No sé quién eligió a quién.
Creo que poco me importa.
Sólo sé que aquí estoy.
Y eso me tiene fascinada y agradecida.
Gracias por dejarme conocerte.
Tú y yo que sé que estamos hechos de la misma madera
Tú y yo que sé que estamos hechos de la misma madera
Creo que es hora de que nos hundamos en el río
Y lleguemos tan lejos como dé nuestro anhelo
Tú y yo que sé que estamos hechos de la misma madera
Tú y yo que sé que estamos hechos de la misma espera
Tú y yo sentados, que esperamos a ambas orillas
Si la vida nos abre una rendija para poder mirarnos encantados
de habernos enredado y elegido
Habernos enredado y elegido
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