sábado, febrero 04, 2012

[Re] Conectándome

Esta semana fueron las primeras clases en la universidad. Y yo empecé mi maravilloso proceso de titulación: elegí la modalidad de apoyo a la docencia, que consiste en elaborar un trabajo escrito que contenga el desarrollo de un tema del programa de alguna asignatura, y una propuesta de material didáctico para el mismo.

Esto implica asistir a todas las clases con un profesor de carrera. Elegí una materia de segundo semestre: situación nacional contemporánea, con una maestra que tiene fama de ser muy buena académica e investigadora (y su curriculum la respalda).

Sólo he tomado dos clases y ya tengo en la cabeza un sin fin de ideas, inquietudes, preguntas y desafíos. Trataré exponer algunas aquí:

1. El grupo al que me integre está conformado por jóvenes que nacieron en 1993. Lo confieso: sentí el "ranazo" de la edad. Aunque sólo les llevo 6 años más, caí en la cuenta de que su contexto ha sido diferente al mío y lo que ellos han vivido lo han comprendido de forma distinta (tal vez). 

2. Son muy jóvenes, ¡pero tienen sed de comprender lo que ocurre a su alrededor! Al menos esa fue mi conclusión después de escuchar sus impresiones y opiniones de la primera lectura del curso (Los tiempos de nuestra historia de Lorenzo Meyer). 

3. Cuando estaba en los últimos meses de la universidad, llegué a preguntar al Señor por qué no me alcanzó en mis primeros semestres; me hubiera gustado tener más tiempo para aprender a conectar mi fe con mi profesión y con cada materia que estudié. Me hubiera gustado aprovecharlas más, leer más, preguntar más. 

Después de esta semana descubrí que tendré que leer lo mismo que los estudiantes (es necesario para mi proyecto); además de lo que deba investigar sobre el tema que desarrollaré y las teorías pedagógicas que darán soporte a mi propuesta. ¡Leeré lo que no leí en la carrera! 

El escenario lo he visto de esta manera: Es una oportunidad más que el Señor me da para hacer lo que he mencionado arriba: aprender a conectar mi fe con el campo de estudio del Trabajo Social, mi profesión.

4. También he visto que es una oportunidad para dar testimonio de mi fe. Quizá no lo haré directamente en un inicio, porque aún no sé hasta dónde puedo ser partícipe de la clase. No obstante, mi asesora ya sabe que trabajo en una AC y en algún momento tendré que explicarle más detalles sobre lo que hago. No hay más, es una bendición de Dios estar en esta situación.

Entonces, me encuentro en un proceso interesante de re-conexión: no sólo con la Universidad y el aula, también entre mi fe y la realidad social. Me siento como niña pequeña descubriendo algo nuevo; y parece que me estoy convenciendo de algo: quiero regresar a la Universidad en algún momento de mi vida (en una segunda carrera, o una especialidad, o una maestría... ¡cómo sea!).

Un desafío más: la disciplina de vivir un día a la vez. He tenido que asignar días específicos para trabajar en mi titulación y para dedicar al ministerio, y es una tentación tratar de "avanzar" fuera del tiempo establecido. Simplemente no puedo: me estreso, me canso y me frustro. Debo enfocarme en vivir un día a la vez, y hacer bien el trabajo que me corresponda cada día. No es tan sencillo como parece.

Así que, estoy expectante, contenta, desafiada y agradecida. Que el Señor me ayude.

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