jueves, agosto 09, 2012

Gracias


Gracias.
Gracias porque en la incertidumbre,
Tú estás.
En el dolor,
no me sueltas.
En la vergüenza,
no me abandonas.

Gracias porque en mi ceguera,
permaneciste enfrente mío.
En las ausencias,
te mostraste.
En mi tormenta emocional,
tu silencioso consuelo fue suficiente.

Gracias porque en tu soberanía
decidiste quebrarme,
mostrarme qué hay en mi corazón.
Y porque, en esa vergüenza,
Tú hablaste profundo,
con firmeza.

Gracias porque mi pecado
jamás es obstáculo para ti.
Porque no dudas en hacérmelo saber
para arrepentirme
y volver a ti.

Gracias porque la única plenitud es en ti,
¡y me llevas a desearla con todo mi corazón!
Porque puedo mirar atrás y decir, 
sin temor a equivocarme,
que esta vida es la mejor que puedo vivir
en este mundo.

Gracias porque en medio de mis dudas e inquietudes,
Tú das vigor y certeza.
Porque pones mi mano en el arado,
y me animas a seguir trabajando.

Gracias, Señor mío, simplemente gracias.




No hay comentarios:

Publicar un comentario