Ayer tuvimos la megacélula de inicio de semestre. Cada nuevo ciclo escolar, nos reunimos para dar el banderazo y arrancar las actividades correspondientes. En esta ocasión me asignaron dar el mensaje/meditación, y me basé en Mateo 9.35-10.4, pero al estarlo preparando observé que podía hacerle unos ajustes, y aquí está mi versión del pasaje: ¡Jesús mismo le habla a los estudiantes del IPN!
Y Jesús recorría todas las escuelas y los salones del Politécnico, enseñando en los jardines y pasillos, anunciando la buena noticia del Reino de Dios, y sanando todo dolor y desconsuelo.
Y viendo a los estudiantes, sintió mucha compasión porque vio que estaban angustiados, abatidos, agobiados, desamparados, maltrechos, desalentados, confundidos, deprimidos, desesperanzados, solitarios y no tenían quien los defendiera y consolara. ¡Parecían un rebaño de ovejas sin pastor!
Entonces dijo a sus discípulos: Son muchos los que necesitan entrar en el Reino de Dios, pero son muy pocos los discípulos para anunciarles las buenas noticias. Por eso, rueguen a Dios que envíe más discípulos, para que compartan las buenas noticias con todos estos estudiantes.
Entonces, llamando a sus discípulos politécnicos, les dio autoridad para enseñar, anunciar el Reino y ser amigos de sus compañeros y compañeras de clase y ser testigos suyos.
Estos son los nombres de sus discípulos politécnicos...
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