jueves, junio 24, 2010

Unas pocas reflexiones...

A lo largo de este mes he estado leyendo a paso constante y esforzado algunos libros de la Biblia y otros materiales que me enviaron como preparación para el ENFOL. A menos de un mes de partir a tierras centroamericanas, me siento extraña: Dios se ha encargado de darme una capacitación super-intensiva, que estoy intentando asimilar. Quizá no entiendo todo por completo, pero me llena de expectativa, ánimo y esperanza.

Y digo que no entiendo todo porque ahora estoy revisando Apocalipsis. Por todos lados he escuchado que es un libro difícil. No lo niego. He tenido que luchar con ese pre-juicio, de tal forma que pueda acercarme sin miedo. En realidad no se nos pide que entendamos y decifremos las imágenes allí descritas, "Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas..." (Ap. 1:3).

Me ha ayudado mucho acompañar la lectura con el escrito de Jorge Atiencia y Ziel Machado, "No tengan miedo". Y Ziel mismo inicia el capítulo 5 explicando que para él Apocalipsis siempre fue su libro difícil, pero nos invita a recordar que Dios siempre quiere decirnos algo, que tiene sentido para nosotros. "Podemos ir con confianza a la Palabra de Dios, con la convicción de que el Espíritu Santo se propone mostrarnos algo". Esto me ha ayudado a leer con más tranquilidad el último libro de la Biblia.

Han sido muchas reflexiones, dudas y desafíos los que se han hecho presentes con este libro, y voy entendiendo por qué no tengo que matarme para entender las increíbles y sorprendentes descripciones que Juan hace de su visión. Se trata de las cosas que están por venir, y así como las puedo leer, puedo vislumbrar que serán importantes e impactantes, por eso se nos pide que estemos preparados como Iglesia.

Perseverancia y fidelidad, perseverancia y fidelidad. Lo que Dios quiere es que seamos perseverantes y fieles a Él, pase lo que pase. Que sigamos siendo suyos, aunque la seductora tentación del poder esté enfrente de nosotros, hablando con palabras bonitas que nos hacen cosquillas, y que parecen ser el Evangelio. Que sigamos adorándole a Él y sólo a Él, aunque Satanás se haya puesto su mejor disfraz para engañarnos, y hacernos creer que estamos siguiendo a Jesús.
 
Pero esta perseverancia y fidelidad no son sinónimo de éxito y confort. "¿Cuántos milagros hizo Juan el Bautista? Ninguno [...] sin embargo Jesús dijo que [...] no hubo profeta más grande que él. Y con este concepto que tenía Jesús de él, Juan el Bautista no terminó su ministerio frente al mar, en una casa de vacaciones. Terminó su vida en el martirio, por su fidelidad al Señor". Voy comprendiendo por qué las tentaciones son tan fuertes, y por qué es tan valiosa la fidelidad para Dios.

La vida cristiana no es fácil, Jesús mismo nos lo hizo saber. Cada día, cuando despertamos, tenemos que enfrentar situaciones adversas con la familia, los amigos, los hermanos en la fe y las personas que se sientan junto a nosotros en el transporte público. Les confieso que más de una vez me he preguntado cómo sería mi vida si no hubiera decidido seguir a Cristo, ¿sería más cómoda? ¿tendría menos conflictos? ¿dejaría de ser un "bicho raro"? ¿podría hacer lo que se me antojara sin pensar tanto en las consecuencias? Tal vez sí.

Pero no tendría nada. Mi vida sólo giraría en lo inmediato, y el futuro sería incierto. Tal vez ya hubiera desarrollado un transtorno de depresión por las complicaciones en el mundo y mi sensación de soledad, me sentiría con mucho miedo al escuchar de las ejecuciones y muertes por el narco, y tendría una gastritis declarada producto del estrés escolar. Pero más que todo ello, no tendría la seguridad de saber que Jesús tiene la última palabra.

Y cierro mi intento por compartirles unas pocas reflexiones, con la promesa que escuché de Jesús, y por la cual yo le dije "quiero seguirte, Señor":

"Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". Mateo 28:20

1 comentario:

  1. Comparto y entiendo tus sentimientos al acercarte al libro de Apocalipsis,,, en lo particular mas que miedo, me trae esperanza y me encanta el penultimo versiculo:Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
    Donde Él nos promete regresar pronto y a lo que nosotros su iglesia, sus hijos, los que hemos creido y entendido... no tenemos mas que responder: Amén; sí, ven, Señor Jesús.
    Él ha prometido estar/venir/regresar!!!

    ResponderEliminar