miércoles, julio 10, 2013

Me crecieron alas...

Volví. Cinco semanas lejos de casa, de mi gente, de mi comida, de mi espacio. Pensé que no tenía sentimientos de añoranza pero en cuanto veo caras familiares y lugares comunes, descubro que sí extrañaba estar acá. 

Volví pero aún estoy en el proceso de regresar. La memoria realiza un esfuerzo extra para recordar cómo es la vida aquí, cómo era la rutina y los tiempos; sin embargo, comienzo a reconocer que no soy la misma: algo pasó durante esas cinco semanas que ha hecho que yo vea, sienta y perciba las cosas de manera distinta. ¿Qué fue lo que realmente cambió: mi entorno o yo? 

Lo dije la última noche del EFO: este encuentro representó para mí el cambio de etapa; ya no estoy en la transición de salida de la universidad, ahora sí me encuentro en la siguiente fase de ejercicio profesional y de vida adulta. Y ese suceso me sorprende y me abruma, a la vez que me emociona y me lleva simplemente a dar gracias por la vida y sus oportunidades.

Ya no soy esa gorrioncita que recién veía que se acercaba el tiempo de abandonar la comodidad del nido, y cuyos ojos se perdían en la inmensidad del horizonte, con la gran incógnita acerca de cómo saltar. Ya di el primer salto, y descubrí que me crecieron alas. Aún no comprendo cómo usarlas o cómo funcionan, pero sé que es el tiempo de volar y me siento más tranquila con la idea. Después de todo, el caminar con Jesús es un constante aprendizaje, una obediencia hacia la misma dirección. Estaré segura en Él.



1 comentario:

  1. like, like :).

    Que bueno que este mes fue para que crecieras mucho más de lo que pensaste.

    Un fuerte abrazo.

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