jueves, noviembre 04, 2010

Recordatorios

Mi memoria me engaña y me juega malas bromas. Estoy segura que lo hace día a día, cada cinco minutos, ¿qué te iba a decir? ¿te platiqué de esto o de aquello? ¿dónde dejé mis llaves? ¿dónde está esa senda que estaba caminando? ¿por qué no veo claro el camino?

Pero en medio de la confusión, de las dudas, el buen Dios me recuerda lo que hice la semana pasada, lo que oré en la mañana... El pacto que hice en el verano.

Y bueno, ahora veo claro. Gracias a Dios.

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