domingo, abril 10, 2011

¿Estoy cansada? Sí, lo estoy

Estoy en un momento de cansancio que he decidido llamar "biopsicosocial-espiritual", intentando imitar a algunos de los téoricos -revisados y leídos en la Universidad- que deseaban incluir todas las esferas de la vida en una sola palabra. Sí, en todas las esferas de mi vida estoy sintiendo cansancio.

Va más allá de un cansancio físico; digo, todavía me puedo levantar por las mañanas, no siento dolor, pero sé que estoy cansada. Es inminentemente necesario hacer una pausa, y la haré el próximo viernes 15 -ya están avisados: no cuenten conmigo para ese día-. Estos días debo priorizar y sacar lo que se tenga que sacar "ya", lo demás lo iré re-organizando.

Pero Dios es sorprendente. En medio de este cansancio que ha provocado que me mueva, actúe y responda casi en automático, Él ha estado ahí, arreglando los pequeños detalles. Desde la kermesse "Fuera del Salero", desde ahí empecé a observarlo bien de cerca, nada se fue de Sus Manos; ayer, mientras un grupo de voluntarios (estudiantes, asesores y profesionistas) sirvió como meseros en una boda, con el fin de juntar más lana para el compa-bus, ahí también estuvo.

En esos dos eventos fue maravilloso observar a los estudiantes trabajando y esforzándose muy a su estilo y forma. Leer que un estudiante de bien lejos anda echándole ganas para abrir célula, o que otros ya están en eso, es como un suspiro que hace que tomes mucho aire para seguir. ¿Estoy cansada? Sí, lo estoy; pero observarlos a ellos, caminar con ellos, escucharlos... ¿qué más puedo pedir?

Pero no sólo están los estudiantes. También están los hermanos de la iglesia local, los que he conocido en mi corto sendero y han empezado a acompañarme. Esas familias que están al pendiente de mí cuando me preguntan "¿cómo estás? ¿todo bien?" o expresan un "avísanos si necesitas algo"; el hermano que me enseña una tarjeta donde está escrito mi nombre y me dice "hermanita, estoy orando por usted", o mis adolescentes que se emocionan al saber que me iré de campamento: "diviértete mucho", cuando no tienen idea de la chamba que me espera.

¿Estoy cansada? Sí, lo estoy. Pero leer que mi amiga -quien hace poco empezó a leer la Biblia y buscar el rostro del Padre- escribé en mi muro de FB que estará orando por mí, es refrescante. Descubrir que no soy la única que está teniendo una "desintoxicación", sino que mi mejor amiga está en lo mismo, es de consuelo y ánimo -y hasta me hace pensar que tal vez sí seamos gemelas espirituales-.

Es en este cansancio que Él se muestra aún más, que yo puedo ser más sensible a su actuar. Ahora es cuando más confío en Él y comprendo que dependo por completo de Él.

Gracias a Dios que puedo cansarme, y reconocerle como el Señor de la Obra.

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