domingo, septiembre 30, 2012

6. Mi corazón te canta - Jesús Adrián Romero

Alguna vez escuché que alguien dijo: "No sólo en la historia, también nosotros tenemos un antes de Cristo y un después de Cristo". Y si tuviera que definir mi "año cero", ese sería el 2008.

Fue un año de sucesos inesperados y dolorosos, de incertidumbre, dudas, miedo, decepción profunda y soledad. Toqué fondo. Y en mí algo comenzó: la sensación incesante de que tenía que buscar pero sin saber qué; varios meses estuve en el fondo y con esa necesidad de buscar y encontrar quién sabe qué cosa.

Hasta que lo descubrí: un hombre que alimentó a cinco mil personas porque tuvo compasión de ellas, porque le preocupó que tuvieran hambre. Un personaje que caminaba entre aquellos que eran marginados. Él... ¡el mejor trabajador social de todos los tiempos!

Y después, lo conocí de cerca, en los rostros de estudiantes de universidad de la carrera de Derecho, Química y Psicología. Lo escuché en la voz de ellos, que leían la Biblia y explicaban cosas que yo no entendía del todo ("¿gracia, qué es eso?"). Caminé con Él, junto a un egresado de Ingeniería Civil del IPN ("¿por qué está aquí en CU?"). Comí con Él, en la misma mesa, junto con esos jóvenes que, como yo, estudiaban la carrera pero hacían, decían y pensaban diferente a lo que yo conocía.

Un buen día, metida en esa búsqueda y deseo de conocerlo más, me encontré con Él. Me topé de frente con Jesús, el amigo que acompaña siempre. "Yo estoy contigo, siempre será así". Un abrazo suave, cálido, perceptible aunque invisible. Y en mi corazón las palabras: Sí, quiero seguirte.

Desde entonces, eso hago -o intento, je. A veces, sus pisadas las siento tan largas que necesito abrir más la zancada para alcanzarlo, pero Él ahí está. A veces, yo siento que no está, no veo sus pisadas junto a las mías, pero Él ahí está siempre. Nunca ha defraudado su promesa, siempre ha estado y sé que siempre lo estará.

Mi vida ha dado un vuelco de 180º, nada ha sido igual. La vida tiene sentido, la muerte tiene sentido. El cansancio, la entrega a otros, el dolor... todo tiene sentido, pero no significa que sea fácil. No lo es. Lo que ocurre ahora es que tengo la certeza de que hay esperanza, tengo algo qué esperar en el presente y en el futuro. Y sé que vale la pena esa espera.




Mi corazón te canta
Jesús Adrián Romero

Preciosa sangre que mi vida cambió
Mis pecados, mis culpas lavó
Ha quedado atrás el pasado sin Dios.
Fue en esa cruz donde la historia cambió
donde mi vida tomó otro sentido
Dónde yo encontré la razón de vivir

//Jesús, Jesús
Mi corazón te canta,
mi corazón te canta//
Jesús...

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