sábado, octubre 02, 2010

Otoño


Ya llegó el otoño. Es como mi estación favorita del año, no hace tanto calor y tampoco enfría mucho (con excepción de algunos días). Puedo ir abrigada con algo no tan estorboso como cuando es invierno -¡puedo usar mis bufandas favoritas!-, lo que me permite estar cómoda. Es una época en que se me antoja más salir con mis buenos amigos a caminar, tomar algo caliente y platicar de cualquier cosa.
Es divertido pisar los montones de hojas secas y escuchar como crujen, y es encantador descubrir hojas "especiales", por su forma, su color o textura.


Pero algo me está pasando en estos días: parece que tengo síntomas de otoño en mi corazón. Y ese otoño, no me gusta. Y no quiero dejar que esto me agobie, pero ¡híjole, cómo cuesta mantenerse! Pareciera que no puedo tener ese tiempo con Él, aunque lo quiero... es extraño. Esa sensación de querer hacer las cosas y cumplir los compromisos, pero no tener el impulso para realizarlos, es desesperante y frustrante a veces.


Y por eso lo escribo. Porque necesito apoyo de mis buenos amigos y compañeros. He aprendido que esto no se camina solo, y mucho menos con una loza encima. Así que solicito sus oraciones. Sé que ahora es un tiempo para estar en silencio y escucharle, pero no quiero que mi "yo" me presione y aplaste con ese silencio. Se aceptan desde sugerencias hasta chistes, je.

A pesar de este sentir, me aferro a la confianza de que Aquel que me dio soplo de vida, me sostiene y me reanimará. Porque Él es fiel y amoroso.

1 comentario:

  1. Ánimo amiga, son las "estaciones" de nuestra vida, y aún en otoño hay mucho que descubrir y aprender de Dios y de nosotros mismos. Te mando un fuerte abrazo y espero podamos platicar pronto.

    ResponderEliminar